La casa de fin de semana se realiza en un terreno de 800 m2 en una zona ejidal del poblado La Rumororsa. Tomando en cuenta las características especiales de una vivienda vacacional donde no es necesario demasiado espacio de guardado o demasiado espacio para recámaras de descanso, sino más bien, lo necesario es el contacto inmediato con la naturaleza, aprovechamiento de vistas al horizonte y poder generar espacios directamente relacionados entre interior y exterior, podemos deducir que este ejercicio de diseño se basa en una vivienda que consta de espacios mínimos de descanso, aseo, estar y cocina para poder aprovechar al máximo las vistas al exterior y al patio generado alrededor de la vivienda a la vez que estamos en un entorno sombreado y resguardado para el descanso por las noches.
La frecuencia con la que la vivienda se usaría no es diariamente, así que se optó por CERRAR la cabaña una vez que el usuario deja la vivienda después de un fin de semana. La cabaña se divide en tres espacios donde tenemos aseo y descanso, cocina-comida y estar. Cada una de esas áreas se puede abrir casi por completo cuando está en uso. Así podemos disfrutar del espacio exterior al mismo tiempo que estamos cocinando, por ejemplo.